El Gobernador de Nuevo León concluye su cuarto año de mandato con pendientes, sobre todo en movilidad, pero también con avances en seguridad, salud y educación.

A cuatro años del inicio de su administración, el gobernador Samuel García enfrenta un balance aún con pendientes entre los compromisos de campaña que lo llevaron a Palacio de Gobierno y los resultados tangibles en el estado.
García prometió reformar el pacto fiscal, transformar el transporte público, construir nuevas líneas de Metro y un tren suburbano, impulsar un plan ambiental ambicioso y edificar un nuevo estadio para Tigres.
Algunas de estas metas han mostrado avances, pero otras se mantienen en pausa o aún no han iniciado.
Rubros con avances
El Gobierno estatal ha mostrado avances significativos en movilidad con la llegada de mil camiones ecológicos (sumando más de 3 mil) y el primer autobús eléctrico de Transmetro, además de nuevas rutas y mayor control.
En educación, se construyen 40 nuevas escuelas. En medio ambiente, se creó una División Ambiental, se impulsa la reforestación y limpieza de ríos, y se supervisa la refinería de Cadereyta, aunque con resultados limitados.
Proyectos a la mitad o pendientes
En la actual administración persisten compromisos parciales, como las líneas 4 y 6 del Metro, que llevan avances del 57.3 por ciento y 61.9 por ciento, y la Línea 5 que fue sustituida por un Transmetro, así como la promesa de gratuidad del transporte para estudiantes y grupos vulnerables, que si bien existen programas piloto, la mayoría de los usuarios continúan pagando tarifas mayores.
Entre lo pendiente, no se ha logrado reformar el pacto fiscal federal ni se ha iniciado el tren suburbano García–Pesquería. Así mismo, el impuesto verde carece de transparencia y el nuevo estadio de Tigres sigue estancado.

